Aceite Esencial de Lavanda (Lavandula vera o angustifolia)
La lavanda es uno de los flósculos de la aromaterapia moderna. Su perfecta inocuidad, su excelente tolerancia, combinadas con su eficacia sin igual, han contribuido, sin lugar a dudas, a concederle el papel primordial que ocupa en toda la farmacia aromática digna de este nombre. El gran número de indicaciones tratadas por este aceite esencial, lo sitúa como una panacea universal.
En el día a día, verter 4 gotas de lavanda en un trozo de madera, colocarlo en los armarios roperos, se eliminará la polilla y la ropa se impregnará de un olor agradable. Dos gotas de lavanda en el reverso del cuello del pijama o de la funda de la almohada, favorecerán un sueño más rápido y reparador.
El aceite esencial de lavanda es el más conocido y usado de todos. La palabra “lavanda” en latín significa “que sirve para lavar”. Tanto los lavanderos, que lavaban la ropa a orillas del río, como los romanos de la Antigüedad para perfumar los baños o los hebreos para las fumigaciones, todos utilizaban la lavanda para lavarse y purificarse, sea física o psíquicamente.
Sant Hildegarda de Bingen recomendaba la lavanda sobre todo para los problemas de hígado, y Paracelso para combatir las enfermedades mentales, la histeria y la manía, pero también para paliar dolores.
Nuestras abuelas colocaban en los armarios bolsitas con flores de lavanda para “desintoxicar” o ahuyentar las polillas de la ropa.
La lavanda es un arbusto vivaz de flores azules, violetas o malvas, incluso blancas, que crecen en espiga en las laderas áridas, calcáreas y pedregosas de Provenza y los Alpes. Florece entre julio y agosto a una altitud que puede alcanzar los 1800 metros.
Aunque existen un centenar de variedades diferentes, en Aromaterapia se recurre principalmente a la lavanda fina, el espliego, el cantueso o la lavanda híbrida; cada una con indicaciones muy específicas.
La lavándula fina, la más valiosa de las lavándulas, crecía originalmente en estado silvestre en las montañas de la Alta Provenza a partir de los 800 metros. Hoy en día, esta variedad también se cultiva en llanuras de países como Rusia o Bulgaria, pero su calidad es inferior. Por desgracia, la lavanda fina suele falsificarse y sustituirse engañosamente por lavandín mezclado con acetato de linalilo sintético, porque no se necesitan más de 75 km de lavandín para producir un litro de aceite esencial, mientras que se necesitan 150 kg de sumidades floridas para obtener un litro de aceite esencial de lavanda fina. Además, la destilación de la lavanda fina requiere el doble de tiempo que en el caso de su primo, el lavandín.
Principios bioquímicos: Ésteres (55%), monoterpenoles, monoterpenos y óxidos.
Descripción
Se trata de la «lavanda fina», también llamada «Lavandula vera» (DC. 1815) o «Lavandula officinalis» (Chaix 1786). Varios nombres latinos que demuestran el interés que le manifestó la farmacia hace mucho tiempo (officinalis), y que detallan sus aspectos morfológicos (angustifolia: «con hojas angostas»). La planta forma pequeñas matas con sumidades floridas cortas sin ramificaciones. Dado que su espiga floral puede tener varios aspectos, tanto en su forma como en su color, se puede emplear el término «lavanda angustifolia de población».
Este bellísimo arbusto de flores moradas, es endémico de la región mediterránea, aunque en la actualidad crece en buena parte de la Europa occidental. El aceite esencial desprende un aroma refrescante: los tallos y las hojas aportan la nota alcanforada, suavizada por la dulzura de las flores. No es tóxica, ni irritante ni sensibilizante.
La parte utilizada son las inflorescencias.
El aceite se extrae por destilación al vapor.
Palabras clave: Aliviante - Calmante – Tranquilizante
Indicaciones Terapéuticas Tradicionales
● Calambres del plexo solar, calambres y trastornos musculares: analgésico, espasmolítico, sedante y muy calmante.
● Cólicos: muy calmante, sedante, muy espasmolítico y muy indicado para los bebés.
● Infecciones de la piel, eccemas, dermatitis, cicatrices, úlceras, heridas, alergia de la piel y pieles delicadas: antinflamatorio, ligeramente antiséptico, cicatrizante y regenerador.
● Palpitaciones cardíacas: ligeramente anticoagulante e hipotensor.
● Trastornos del sueño.
Propiedades e Indicaciones Energéticas
● Aporta armonía y equilibrio, relaja, tranquiliza, apacigua las emociones, el nerviosismo, la ansiedad, la hiperemotividad, las fobias, los miedos, las tensiones nerviosas y los trastornos del sueño.
● Limpia y purifica desde el punto de vista físico y energético.
● Ayuda a superar los esquemas educativos, a aceptar la individualidad y encontrar la orientación de uno mismo.
● Conduce al respeto hacia uno mismo.
● Favorece la inspiración.
Está asociado al chakra coronal y al color violeta.
Contraindicaciones: la piel tolera extremadamente bien la lavanda fina.
Nota aromática media, media-alta y alta-media. Aroma de intensidad media. Mezcla bien con el resto de aceites esenciales. Por estas características en ocasiones se considera como «comodín», que sirve para «redondear» cualquier mezcla. Hay quienes opinan que cualquier mezcla debería contener obligatoriamente lavanda.
Apoyo Espiritual
● Ayuda a conseguir una profunda relajación.
● Favorece la compasión y la amabilidad hacia los demás.
Aliviar la Mente
● Si se sufre de ansiedad emocional, tomar un baño con 2 gotas de lavanda y 2 de madera de lináloe.
● En caso de insomnio, vaporizar 4 gotas de lavanda y 2 de naranja dulce.
Curar el Cuerpo
● Para tratar eczemas o quemaduras, aplicar una mezcla de lavanda, manzanilla romana y menta verde en un aceite portador.
● Para calmar la piel irritada del bebé, un masaje con una mezcla de 1 gota de lavanda en 20 ml. de aceite portador.
● Para aliviar los dolores musculares, tomar un baño con 4 gotas de lavanda y 2 de vetiver.
● Para el dolor de espalda al final del embarazo, dar un suave masaje con una mezcla de lavanda y madera de lináloe en un aceite portador. Para reducir la inflamación causada por un esguince, aplicar en la zona un paño frío con 4 gotas de lavanda + 2 de milenrama.
Mezclas de Aceites Esenciales
Añadir los siguientes aceites esenciales a 20 ml. de aceite portador:
● Para tratar quemaduras solares o de cualquier tipo: 6 gotas de lavanda + 2 de manzanilla romana + 2 de menta verde.
● Para aliviar el dolor de espalda durante el embarazo (sólo a partir del sexto mes): 2 gotas de lavanda y 2 gotas de madera de lináloe.