Aceite Esencial de Abeto Blanco (Abies alba)
Todas las especies de Abies (+/- 50) son coníferas de hoja perenne, con agujas aromáticas, con conos púrpura y con corteza globulosa que contiene la oleorresina perfumada y apreciada. La resina líquida se conoce con los nombres de «Bálsamo de la Meca» o «Bálsamo de Canadá».
La depresión posparto puede mitigarse con la difusión de abeto blanco, mandarina y naranja en la sala de partos.
El abeto común o abeto blanco es una especie arbórea de la familia de las pináceas. De porte piramidal, tamaño medio o elevado, entre 20 y 50 metros, puede alcanzar los 60 metros de altura, su corteza cenicienta a blanquecina, lisa y con vesículas resinosas, se oscurece y resquebraja en los ejemplares viejos. El nombre científico de este abeto, «alba», alude sin duda al color blanquecino de su corteza, rica en taninos.
Florece durante la primavera, de abril a junio. Los conos maduran en el otoño siguiente. Las flores se dividen en conos femeninos (las piñas o estróbilos) y en conos masculinos (donde se encuentra el polen).
La trementina y el aceite esencial le confieren propiedades como balsámico (expectorantes) y antiséptico, especialmente sobre las vías respiratorias y urinarias. En uso tópico, tanto la esencia como la trementina producen un efecto rubefaciente y analgésico. Indicado para afecciones respiratorias: resfriados, gripe, bronquitis, enfisema, asma, faringitis, sinusitis; infecciones de las vías urinarias: cistitis, uretritis, ureteritis, pielonefritis. El aceite esencial, tópicamente se emplea en inflamaciones osteoarticulares y mialgias.
Descripción
El abeto blanco es un pequeño y delicado árbol de corteza de color blanco plateado y follaje en forma de plumas. Es originario de Canadá y el norte de Estados Unidos, así como también de numerosos países del norte de Europa, como Alemania y Rusia, donde se produce la mayor parte del aceite.
La corteza alberga una resina penetrante que los indígenas americanos ya quemaban como incienso en ceremonias espirituales o como antiséptico purificante contra las infecciones. La tradicional herbal europea también recomienda esta resina en caso de problemas respiratorios y dolores musculares. El aceite esencial de abeto blanco proviene del follaje y las ramitas del árbol. Desprende un aroma intenso, dulce y un tanto balsámico, con una nota de pino.
No es tóxico ni irritante, pero no debe usarse si se padece asma, dado que su aroma podría agravar la hipersensibilidad respiratoria.
- Se extrae por destilación al vapor.
- Partes que se usan: hojas y ramillas.
- Palabras clave: Reconfortante - Calmante - Conexión con la tierra
Apoyo Espiritual
● Actúa sobre la respiración, ralentizándola, por lo que potencia el bienestar y la paz interior.
● Su aroma aporta una gran sensación de fuerza interior que nos hace sentir capaces de pasar a la acción.
Aliviar la Mente
● Para combatir la ansiedad, tomando un baño con 3 gotas de abeto blanco y 3 de lavanda.
● Para despejar la mente y aumentar la concentración, vaporizando 3 gotas de abeto blanco y 3 de eucalipto.
Curar el Cuerpo
● Para aligerar tensiones físicas y relajar los músculos entumecidos, mezcla de abeto blanco con jengibre y espliego en un aceite portador, masajeando la zona afectada (véase la primera «mezcla recomendada»).
● Para mitigar el cansancio físico o aliviar el dolor de brazos, piernas o cualquier parte del cuerpo, dando friegas con abeto blanco, vetiver y mejorana en un aceite portador (véase la segunda «mezcla recomendada»).
● En caso de catarro o congestión en el pecho, inhalar una mezcla de 3 gotas de abeto blanco y 2 de madera de cedro del Himalaya.
Mezclas de Aceites Esenciales
Añadir los siguientes aceites esenciales a 20 ml. de aceite portador:
● Para liberar la tensión muscular: 4 gotas de abeto blanco, 2 de jengibre y 4 de espliego.
● Para mitigar el cansancio físico: 2 gotas de abeto blanco, 2 de vetiver y 2 de mejorana.