Aceite Vegetal de Girasol (Helianthus annuus)
También conocido como «calom», «jáquima», «maravilla», «mirasol», «tlapololote» o «maíz de teja», es una planta herbácea de la familia de las asteráceas, cultivada como oleaginosa y ornamental en todo el mundo. Debe su nombre común (girasol), al hecho de que su inflorescencia gira a lo largo del día mirando hacia el sol. Las inflorescencias crecen al cabo de un tallo que puede alcanzar varios metros de altura y que tiene pocas hojas. Los pétalos pueden ser amarillos, marrones, naranjas y de otros colores.
El girasol es nativo de América, y comenzó a ser cultivado hacia el año 1000 a. C. Los españoles lo llevaron a Europa a principios del siglo XVI.
El aceite de girasol se utiliza para cocinar, y también sirve para producir biodiésel. La harina que queda tras la extracción del aceite, se utiliza como alimento para el ganado.
Existen varios tipos de girasoles: oleaginosos, de confitura o confitería, de alto contenido en ácido oleico y para usos ornamentales. El aceite de girasol es uno de los más usados en el mundo, junto con el de oliva.
Gracias a su contenido en ácidos grasos poliinsaturados, el aceite de girasol sirve para protegernos de futuros problemas cardiovasculares. Esto es debido a que la Vitamina E y el ácido linoleico favorecen la circulación sanguínea, evitando que las grasas se adhieran a las paredes de venas y arterias, evitando así la aparición de trombos o infartos de miocardio. Por todo ello es el más adecuado en el caso de que padezcamos de arterioesclerosis.
Pese a que siempre se ha dicho que es malo para el colesterol, estudios científicos han demostrado que sirve para que éste sea eliminado en igual o mayor medida que el aceite de oliva. El aceite de girasol nos ayuda a reducir el colesterol y los niveles de triglicéridos en sangre.
Se emplea frecuentemente como base para macerados (especialmente la calidad prensada en frío y de cultivo ecológico). Beneficioso en pieles enfermas y quemaduras. Ayuda en úlceras en las piernas. Se emplea en composiciones para problemas de piel, hemorroides, acné, seborrea, rinitis y sinusitis. En uso cosmético, como base en todo tipo de preparados para masaje. No posee contraindicaciones, pero el aceite muy refinado empleado en alimentación, no es recomendable para el masaje en Aromaterapia.
El nombre botánico del girasol deriva de la palabra griega «helios», que significa «sol». La semilla de esta flor gigante de pétalos amarillos (es la mayor de la familia de las margaritas), contiene un 40% de aceite. Éste posee una textura ligera, pero es muy nutritivo para la piel. Deben evitarse los aceites refinados que habitualmente se encuentran en los supermercados, y decantarnos por los no refinados y de cultivo biológico, que poseen componentes (potasio, vitaminas E y B y ácidos grasos omega-6) que embellecen la piel. La cualidad más importante del aceite de girasol (si es de primer prensado en frío y tomado en crudo), es su alto contenido en vitamina E y en ácidos grasos no saturados, los cuales para el humano son esenciales ya que no los puede producir. Sus ácidos grasos, oleico y linoleico, ayudan a reducir el riesgo de problemas circulatorios y cardiovasculares.
Parte que se utiliza: semillas.
Método de extracción: prensado.
Palabras clave: Ligero - Calmante
● Protege y repara las pieles mixtas (con zonas grasas y secas). Aplicarlo mezclado con geranio, manzanilla romana y madera de lináloe (véase la primera «mezcla recomendada»).
● Es ideal para cutis que no requieren una nutrición intensiva.
● La vitamina E que contiene atenúa las manchas faciales y mejora el tejido dañado por heridas.
● Para reparar la piel mixta: 4 gotas de geranio + 2 de manzanilla romana + 4 de madera de lináloe.
● Para nutrir la piel de aspecto cansado: 4 gotas de sándalo australiano + 2 de pachulí + 4 gotas de naranja dulce.