Aceite Vegetal de Colza (Brassica napus)

Pariente cercana del repollo, la colza es una crucífera, es decir, una planta herbácea con una flor de cuatro pétalos. Sus frutos o silicuas encierran unas semillas de las que se extrae por presión un aceite de color amarillo claro, semisecante y de olor característico. Al contrario de lo que se afirma en muchos libros, es posible encontrar aceites de colza de primera presión en frío.

Desde hace siglos, el aceite de colza ha sido y sigue siendo relegado a una lista negra por los diferentes trastornos –especialmente cardíacos- que provoca su alto índice de ácido erúcico en los consumidores, entre otros, alteraciones del crecimiento, trastornos cardíacos (miocarditis), digestivos y hepáticos. Cabe precisar, además, que el ácido erúcico favorece la acumulación de cuerpos grasos en el corazón.

En la actualidad, los aceites vírgenes de colza que se comercializan para cocinar proceden de una nueva variedad, denominada canola, que apenas contiene el ácido mencionado (menos del 5%). A partir de esta nueva variedad de aceite, se han realizado algunos estudios que demuestran una clara reducción en los riesgos de padecer miocarditis. Paralelamente, por su alto contenido en ácido linoleico, el aceite de colza es un protector de las paredes arteriales y un importante antitrombótico, pero a causa de esta misma proporción de ácido linoleico, es un aceite muy frágil, no apto para cocinar.

Composición del Aceite de Colza

Ácido linoleico: 56%
Ácido linolénico: 8%
Ácido araquidónico: 0,7%
Ácido oleico: 21%
Ácido erúcico: 5%
Ácido palmitoleico: 0,5%
Ácido palmítico: 7%
Ácido esteárico: 1%