Estaciones, Meridianos y Aceites Esenciales según la Medicina China: el Verano tardío
Estómago y Bazo.
Es el final del verano y los chinos creen que en esta época se destaca el elemento Tierra, que está compuesto por los meridianos Estómago (órgano yang) y Bazo (órgano yin).
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El Verano tardío cae a medio camino entre el 21 de junio y el 21 de septiembre; el solsticio y el equinoccio. Por lo que parece, esta estación es más una sensación que una fecha exacta, de la misma forma que puedes saber cuándo la fruta está madura o los campos necesitan ser cosechados, sabrás cuándo estás en el elemento Tierra porque aparecerá una sensación de plenitud o maduración de la fuerza vital.
El sabor del Verano tardío es dulce, su color es el amarillo, el sentido es el gusto, el olor es fragante, el sonido es el canto y la cualidad mental es la claridad.
Gobierna la boca y los músculos. Su emoción negativa es la ansiedad y su emoción positiva es la empatía. En el cosmos chino, la Tierra se encuentra en el centro de los cinco elementos, y hacia las otras direcciones (norte, sur, este y oeste) se encuentran los otros 4 elementos o estaciones, en relación directa con la Tierra.
El elemento Tierra favorece la crianza, la abundancia, el estar centrado y la conservación. La Tierra es el equilibrio del yin y el yang, los principios femeninos y masculinos, y se esfuerza por aportar armonía, arraigo y estabilidad.
El Estómago recibe, almacena y digiere parcialmente las partículas de los alimentos, que luego pasan al intestino delgado y al bazo al descomponer las moléculas más grandes en otras más pequeñas.
En un nivel más metafísico, el estómago representa lo bien que uno puede tomar un bocado de la vida y asimila la alegría y la satisfacción de la vida. Absorbe nuestros pensamientos y actitudes mentales sobre la Tierra y ayuda a determinar nuestra posición en ella.
Lo bien que nos cuidemos, alimentemos, nos sintamos seguros y disfrutemos de la vida, dictará la capacidad del meridiano del Estómago para equilibrar y apoyar el flujo de qi.
Cuando estamos equilibrados en el meridiano de Tierra, nos sentimos centrados, con los pies en la tierra, realizados. La Tierra es nuestra madre y habla de lo bien que podemos cuidar a los demás y a nosotros mismos, de cómo maternizamos y nos dejamos maternizar, y de lo empáticos que nos sentimos con la Tierra y con todos sus hijos.
Los desequilibrios del meridiano del Estómago a nivel físico pueden dar lugar a letargo, debilidad, debilitamiento y problemas digestivos. Los aceites esenciales pueden ayudar y beneficiar al meridiano del Estómago cuando se trata de trastornos digestivos. Los aceites que calman y alivian el malestar estomacal son: Albahaca, Pimienta negra, Cardamomo, Canela, Jengibre, Hinojo, Lavanda, Melisa y Menta piperita.
Se puede utilizar una mezcla de estos aceites, diluidos en un aceite portador, para masajear sobre el vientre en el sentido de las agujas del reloj, alrededor del ombligo. Asimismo, para la indigestión, la hinchazón, la flatulencia y las náuseas, los aceites que se pueden añadir a un aceite portador incluyen los anteriores y también el de Anís, Bergamota, Manzanilla, Eucalipto, Enebro, Mejorana, Tomillo y Romero.
A nivel mental, cuando el meridiano del Estómago se encuentra en desequilibrio, nos sentimos desorientados, sin conexión a tierra, cansados, confusos y con problemas de pensamiento. Los aceites esenciales que pueden ayudar a centrar la mente y a la concentración, son: Albahaca, Cardamomo, Romero, Menta piperita, Melisa, Árbol del té, Pimienta negra y Elemí.
La preocupación y la ansiedad también son palabras clave en el desequilibrio del meridiano del Estómago, y los aceites que pueden ayudar a liberar las emociones negativas son: Manzanilla, Ciprés, Incienso, Geranio, Jazmín, Lavanda, Mejorana, Melisa, Nerolí, Pachuli, Rosa y Vetiver.
Estos aceites pueden inhalarse en un pañuelo o difundirse en un difusor de aceites esenciales, o incluso mejor, pueden añadirse a las sales de baño. Esto ayudará a liberar la tensión en los músculos y las vísceras, así como a calmar una mente preocupada.
El meridiano yin en el elemento Tierra es el Bazo (incluyendo el Páncreas). El Bazo se encarga de almacenar la sangre, producir anticuerpos y glóbulos blancos, que ayudan a combatir las bacterias nocivas. Se ocupa de absorber, transformar y transportar los alimentos, el agua y la energía (qi).
Cuando existe una deficiencia de qi en el Bazo, podemos sentirnos lentos y fatigados, tanto física como mentalmente. También se dice que el Bazo alberga los procesos de pensamiento, y si pensamos demasiado, el meridiano del Bazo puede sufrir.
El exceso de pensamiento (como la preocupación), conduce a la deficiencia del qi del Bazo. Los aceites esenciales que devuelven la claridad de pensamiento y alivian una mente demasiado activa son: Lavanda, Limón, Pomelo, Vetiver, palo de Rosa, Elemí, Manzanilla, Mejorana e Hisopo.
El Páncreas segrega enzimas que descomponen los alimentos para ponerlos a disposición del organismo. También regula el azúcar en la sangre, por lo que emocionalmente el meridiano Bazo/Páncreas fomenta el disfrute de la dulzura de la vida. Cuando existe un desequilibrio, ya no podemos encontrar la vida dulce, por lo que lo reemplazamos con grandes cantidades de azúcar para compensar lo que no podemos dejar entrar con alegría.
Podemos sentirnos débiles, preocupados, aislados y deprimidos cuando nuestros niveles de azúcar son elevados por el dulce en lugar de por la exuberancia y la conexión con la fuente, así como con la sociedad. Los aceites esenciales que reducen la depresión y fomentan la alegría son: Albahaca, Manzanilla, Salvia esclarea, Geranio, Jazmín, Lavanda, Pachuli, Nerolí, Rosa, Melisa, Ylang-ylang y Elemí.
En este Verano tardío, invita a tu vida a la sensación de madurez y plenitud. Siente la conexión con la Tierra y todo lo que ofrece esta época de abundancia y trae la alegría, la paz y la claridad.
Elige la dulzura de la vida en forma de qi que fluye con tanta fuerza ahora. Conéctate con la Tierra y conéctate con su fuerza nutritiva y su amor y envía una sonrisa a tu Estómago y a tu Bazo.