Aromaterapia y Sensualidad
Los aromas siempre han sido importantes en el juego del amor. Hay casi tantas opiniones como personas, por eso yo suelo ser bastante cauto al referirme a este tema.
No estoy de acuerdo al cien por cien con otros profesionales que dicen que uno u otro aceite esenciales tienen propiedades como afrodisíacos. Por ejemplo, el ylang-ylang se considera el típico afrodisíaco. Como personalmente no comparto esta percepción, después de impartir muchos cursos a lo largo de estos años, he ido comprobando que para muchas personas tampoco lo es. Del mismo modo, en este camino, he conocido a personas para quienes los aceites esenciales aparentemente no afrodisíacos (como el geranio) lo son en alto grado.
Mi opinión es que es algo muy personal y, por tanto, respetable. Cada cual debe comprobar el efecto y lo que le suscita cada aceite esencial y compartirlo con su pareja para que ambos puedan disfrutar del deleite y el éxtasis de todos los sentidos.
No obstante, y como referencia general, destacaría los siguientes aceites esenciales, que por lo general suelen trabajar a niveles energéticos elevados, e incluso, si se me permite la palabra, espirituales, y que crean estados de conciencia hermosos que permiten acercarse al fenómeno de la sensualidad y la sexualidad desde una posición más abierta, integradora y constructiva para la persona:
● SÁNDALO HINDÚ (Santalum álbum). Cada día es más escaso. Tiene una nota masculina suave y delicada que combina muy bien con la rosa y permite una conexión espiritual con la sexualidad.
● ROSA DAMASCENA, lógicamente, como nota femenina arquetípica y muy poderosa.
● JARA (Cistus ladaniferus), para los amantes de sensaciones muy fuertes e intensas, con un aroma muy masculino.
● YLANG-YLANG (Cananga odorata), para los amantes de los aromas florales intensos y embriagadores.
● NEROLÍ o AZAHAR (Citrus aurantium L. ssp. Aurantium) para conectar con la luminosidad y la belleza de la sexualidad pura y limpia.
● CEDRO TEXAS (Juniperus virginiana), con una nota amaderada más intensa que el sándalo (masculina) pero no tan delicada, más seca, para conectar con la masculinidad y la rectitud.
Y que cada cual escriba los suyos en la piel de su amante…
Fuente: Extraído del libro “Aromaterapia Práctica: Una Terapia Natural para el Placer”, de Enrique Sanz Bascuñana.