Utilización de los Aceites Esenciales en Cirugía y Medicina Estética
Para presumir hay que sufrir, dice la sabiduría popular. ¿Pero realmente es así? Los aceites esenciales te ayudan a prevenir y a mitigar algunos efectos secundarios y reacciones de los tratamientos de medicina y cirugía estética. Aquí te explicamos algunas soluciones.
La mayoría de tratamientos en medicina y cirugía estética son, como mínimo, un poco intrusivos. Inyecciones más o menos superficiales o profundas de productos de tratamiento o de relleno, de toxina botulímica, vitaminoterapia, peelings, colocación de hilos tensores, sin hablar de las intervenciones propiamente quirúrgicas con apertura cutánea, desprendimiento subcutáneo más o menos extendido… Todos estos procedimientos general reacciones inflamatorias con edema y rojeces, equimosis o hematomas.
La utilización de aceites esenciales es una valiosa ayuda para tratar los efectos secundarios casi obligatorios, aunque se presenten en mayor o menor grado, gracias a su poder de difuminación cutánea. Igualmente utilizados en post operatorio, los aceites esenciales limitan también la equimosis y los hematomas, reduciendo la intensidad y la duración. Existen dos formas de utilizar los aceites esenciales a nivel cutáneo. Una primera consiste en aplicar directamente sobre la piel el aceite puro, mientras que la segunda los utiliza en un soporte de aceite vegetal.
Cuando hay pinchazos
Debido a pinchazo de las agujas o de finas cánulas, suelen producirse eventuales pequeños sangrados que hay que tratar. Para ello se utilizan las cualidades hemostáticas astringentes y su poder de difuminación cutánea del Aceite esencial de Jara (Cistus ladaniferus). También posee un potente poder de cicatrización y regeneración celular de la piel. Está indicado para la reparación de la piel maltratada por el tiempo, el tabaco o el sol.
Su aceite esencial se utiliza directamente aplicando una gota sobre el punto de sangrado y manteniendo una presión con el dedo durante unos segundos.
Y ante los hematomas
A pesar de esta solución, puede persistir la equimosis. La equimosis es una lesión subcutánea caracterizada por depósitos de sangre extravasada debajo de la piel intacta. Es una contusión simple y su tamaño puede variar. En ese caso, el aceite esencial de elección es el de Helicrysum italicum (Siempreviva amarilla o Inmortal). La siempreviva amarilla es reconocida por sus cualidades anti hematomas, astringentes y cicatrizantes. Es activa igualmente sobre los tejidos cutáneos, para tratar las diversas inflamaciones, como eccema o la rosácea; y también sobre el sistema circulatorio: cuperosis, varices y el aparato locomotor. Se utiliza por vía tópica, en masaje, penetrando sobre los hematomas de la zona en cuestión. Posteriormente, el paciente deberá aplicársela a razón de dos a ocho gotas varias veces al día, según el grado de la zona a tratar. Es notablemente eficaz para los hematomas post operatorios, que reduce en varios días, en lugar de la evolución espontánea de dos a tres semanas que suelen durar estas lesiones sin tratamiento. Si las aplicaciones de este aceite esencial han comenzado algunos días previos a la intervención, sus virtudes son aún más visibles.
En post tratamiento, se le da a los pacientes una preparación a base de aceite vegetal de Caléndula (Calendula officinalis). Es reconocida por sus cualidades antiinflamatorias y porque refuerza las defensas naturales de la piel. Para 10 ml de aceite vegetal, hay que añadir 0,3 ml de cada uno de estos aceites esenciales: Katafray (Cedrelopsis grevei), Jara (Cistus ladaniferus) y Siempreviva (Helicrysum italicum). Esta preparación, una vez emulsionada, se utiliza en masaje después de las inyecciones, y previene también la sequedad cutánea.