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Tic, tac, tic, tac… ¿Por la noche ves pasar las horas sin poder dormir? ¿Los rebaños de ovejas pasan, todos, por los pies de tu cama? Tranquila, formas parte del 35% de los españoles que sufren trastornos de sueño. Aquí te explicamos cómo los aceites esenciales te ayudan a conciliar el sueño.
Las patologías del sueño afectan a un 35% de la población española. Aproximadamente un 8% lo padece de forma crónica, es decir, durante más de tres meses consecutivos. El insomnio de conciliación, o dificultad para conciliar el sueño, y el insomnio de despertar precoz, o dificultad para mantener el sueño de forma adecuada, son los más frecuentes.
Si el descanso no es reparador o no se duermen suficientes horas, se sufren consecuencias directas sobre la salud: las personas que sufren estas patologías, se encuentran decaídas, sin energía, con dificultades para cubrir sus objetivos físicos e intelectuales. En numerosas ocasiones este proceso va acompañado del uso de medicamentos tales como ansiolíticos, hipnóticos, sedantes o relajantes musculares. Sin embargo, el uso reiterado de estos fármacos puede conducir a algunos pacientes al fenómeno de tolerancia, por el que cada vez se necesita una dosis mayor para conseguir el mismo efecto, e incluso frecuentemente se genera un fenómeno de dependencia continua o adicción: si no se usa el fármaco, no es posible conciliar el sueño.
¿Existen otras opciones?
La experiencia clínica ha demostrado que es posible utilizar la aromaterapia científica en etapas incipientes del proceso de insomnio para evitar utilizar psicofármacos que pueden generar esa dependencia. Asimismo, en personas que ya estaban medicándose, es posible una reducción paulatina y significativa de la dosis gracias a la aromaterapia.
También se han observado resultados muy positivos y eficaces con aceites esenciales en pacientes con insomnio pertinaz acompañados de ansiedad anticipatoria en el momento de ir a la cama. Con la debida supervisión y asesoramiento médico, a algunos pacientes se les ha podido retirar totalmente los ansiolíticos.
Los aceites esenciales con propiedades relajantes serían la primera elección para estos tratamientos.
Por vía oral: existen cápsulas para el sueño y el estrés, con aceites esenciales de Mejorana, Lemongrass, Lavandín, Mandarina y Hierbaluisa. La posología: dos cápsulas por vía oral 30 minutos antes del descanso. Si tomas estas cápsulas con una infusión de tila, valeriana, lúpulo y amapola, refuerzas sus efectos con las propiedades fitoterapéuticas de estas plantas.
Por vía tópica, se puede emplear una sinergia de aceites esenciales con cinco gotas de cada uno de estos: Lavanda, Manzanilla noble, Naranjo amargo, Nerolí y Jazmín, diluidas en 4 ml. de aceite vegetal de almendras dulces. Se aplican unas gotas de esta sinergia realizando un ligero masaje en la planta de los pies, en el plexo solar y en las muñecas (para que se puedan realizar un par de inspiraciones profundas).
Por vía olfativa, a través de difusión, puede ser muy útil, también, una sinergia de Azahar, Hierbaluisa, Palo de Ho, Bergamota y Lavandín. Colocar el difusor con la sinergia en la habitación 30 minutos antes de ir a la cama y desconectar en el momento del descanso.
La experiencia refleja que la aromaterapia científica representa una opción real y eficaz para abordar estos casos, puesto que los aceites esenciales logran un efecto relajante sin generar dependencia, además de contar con buena aceptación por parte de los pacientes por sus principios activos naturales.