Aromaterapia Egipcia
Los egipcios desarrollaron un elevado nivel de civilización en todos los sentidos. En cuanto a medicina y espiritualidad, también, pero actualmente el conocimiento real sobre las auténticas profundidades de dicho conocimiento está reservado a una escogida élite de iniciados y no es de dominio público.
Las suposiciones, versiones y teorías de la arqueología e historiología oficial se ciñen a un patrón de conocimiento materialista, superficial y muy infantiloide, que no sabe ver en la inmensidad de los restos arqueológicos y los registros escritos, toda la magnitud de esta formidable civilización.
Por lo tanto, lo que nos llega a un nivel exotérico (externo) en cuanto a lo que tiene que ver con sus conocimientos médicos y espirituales es sumamente limitado y superficial.
Está claro que los antiguos conocían y dominaban sistemas de extracción de aromas de las plantas, y es más que posible que incluso con un nivel de profundidad muy superior al que tenemos ahora. Pero ese conocimiento, se ha perdido en el tiempo.
Por lo tanto, las aproximaciones exóticas a la posible "aromaterapia egipcia", carecen de fundamento real y no pasan de ser una corriente más de las muchas que asolan el mundo de la "new age".
Si dicha "aromaterapia" se realizase a través de aceites esenciales puros y naturales, en lugar de a través de esencias sintéticas de perfumería, podría aceptarse el uso de la palabra.
Como no es así, carece de legitimidad su uso y además supone un insulto hacia la auténtica aromaterapia acuñada por Gatefossé el siglo pasado y continuada por eminentes aromaterapeutas desde entonces en todo el mundo.
Por lo tanto, la corriente de moda de "aromaterapia egipcia" que emplea sistemáticamente esencias artificiales, sintéticas, propias de la industria de la cosmética y la perfumería y que engaña a su público ofreciendo esencias naturales que no lo son, merece toda nuestra repulsa y es una vergüenza para todo el gremio de aromaterapeutas, que durante muchas décadas está trabajando por la dignificación, por el buen conocimiento y por el buen uso de los aceites esenciales auténticos de las plantas.
No hay aromaterapia sin aceites esenciales. Las esencias sintéticas sólo dan problemas y carecen de propiedades terapéuticas. Decir que un producto es "alquímico" y "natural" cuando no lo es, es engañar y es estafar.
Por lo tanto, queda dicho y puede argumentarse y probarse ante cualquiera en cualquier momento, este tipo de aromas no resisten el mínimo análisis químico para demostrar su falsedad.
Es importante que esta información se difunda a las personas que están siendo engañadas por esta corriente que sólo busca el lucro y el poder personal. Que se vaya de este país por donde vino. Bastantes problemas tenemos ya en el ámbito de las terapias naturales para tener que soportar a este tipo de estafadores. La aromaterapia tiene suficiente entidad y éxito probado como para tener que sufrir este tipo de vejaciones.
Firmado:
Asociación Española de Aromatología
Enrique Sanz Bascuñana. Aromatólogo A.E.A.
Presidente