Aplicación de los Aceites Esenciales en Masajes Aromáticos
Tanto si nos aplicamos un masaje a nosotros mismos como si lo aplicamos a otra persona, la fase de preparación es fundamental. Antes de empezar, debemos asegurarnos de disponer de un lugar adecuado y todo el material necesario a nuestro alcance, incluida la mezcla de Aromaterapia que vayamos a utilizar (ya preparada).
Es importante tener en cuenta que no siempre es adecuado dar un masaje (hay circunstancias en las que no es bueno darlo o recibirlo):
SÍNTOMA |
ACCIÓN |
Fiebre/gripe/resfriado |
Evitar el masaje. El cuerpo está luchando contra una infección y necesita reposo. |
Dolor de cabeza/migraña |
Un masajista profesional conoce técnicas especiales. Los principiantes no deben realizar el masaje. |
Varices |
Un terapeuta con experiencia trabajará la parte superior o inferior de la zona afectada. Los principiantes no deben dar el masaje. |
Inflamación (por ejemplo como resultado de una lesión) |
Evitar el masaje, ya que podría resultar contraproducente. |
Lesión física (por ejemplo un hueso roto) |
Evitar el masaje, ya que podría aumentar el dolor y la hinchazón. |
Embarazo |
El masaje ha de ser suave, y sólo debe realizarse transcurrido el primer trimestre del embarazo. |
Para realizar un buen masaje, lo primero es mantener el entorno limpio, ordenado y despejado. Si somos nosotros quienes lo practicaremos a otra persona, le pediremos que se tumbe sobre un futón o colchón dispuesto directamente sobre el suelo, y cubriremos la superficie con toallas de baño limpias para que no se manche de aceite. Tendremos a mano más toallas para cubrir las partes del cuerpo que ya hayan sido masajeadas, y nos aseguraremos de colocar suficientes cojines en la zona de la cabeza y las rodillas, para que la persona que vaya a recibir el masaje se encuentre lo más cómoda posible. La habitación debe tener un ambiente cálido.
Colocaremos una manta sobre las piernas de la persona para que no se enfríe, que iremos recolocando a medida que otras zonas se vayan masajeando. Tendremos cerca servilletas de papel por si necesitamos limpiar el aceite derramado. No comenzaremos con el masaje hasta que no hayamos liberado nuestro propio estrés. Nos sentamos, respiramos, nos concentramos durante unos instantes y comenzamos. Tanto si realizamos como si recibimos el masaje, desconectaremos el teléfono y pondremos una música tranquila que nos ayude a relajarnos.
Antes de realizar un masaje, deberemos tener en cuenta la siguiente información:
Los masajes son mucho más efectivos si sabemos aplicar técnicas específicas. A continuación se describen algunas técnicas sencillas que pueden realizarse en cualquier parte del cuerpo, desde la espalda, los hombros y el cuello, hasta las piernas y los pies. Los movimientos rápidos y rítmicos son vigorizantes, y los lentos más relajantes. También pueden practicarse en automasaje:
● Effleurage (imagen 1): palabra francesa que significa «roce». Deslizamos sobre el cuerpo ambas palmas de las manos con movimientos largos y fluidos, por ejemplo, presionando desde la parte baja de la espalda hacia los hombros, y a continuación volviendo a bajar suavemente. Realizamos este movimiento al inicio del masaje para calentar la piel, destensar los músculos y relajar cuerpo y mente.
● Masaje de nudillos (imagen 2): un poco más estimulante que el anterior. Se da usando los nudillos con la mano ligeramente en puño. Los pasaremos por las zonas carnosas, como el exterior de los muslos o la parte superior de los hombros. Libera la tensión muscular y activa el flujo sanguíneo, por lo que es ideal para tonificar los músculos.
● Masaje de amasamiento (imagen 3): si alguna vez hemos hecho pan, ¡este masaje nos recordará al momento de amasar! Está especialmente indicado para la zona del abdomen, la cintura y la parte superior de la espalda. Agarramos la carne y la apretamos entre los dedos pulgar e índice de una mano, después la otra, con un movimiento rítmico. Libera la tensión muscular.
Las técnicas siguientes, permiten introducir variedad e intensidad en los masajes, concebidos para liberar la tensión acumulada en diferentes partes del cuerpo:
● Abanico: variación del effleurage (imagen 4): Se trata de un masaje suave y agradable muy útil para relajar zonas de tejido muscular amplias, muy apropiado para la espalda. Colocamos las manos sobre la zona lumbar de la persona que va a recibir el masaje, una a cada lado de la columna vertebral. Presionamos hacia abajo y con las manos y los dedos formando un abanico, los deslizamos hacia los lados. Poco a poco vamos desplazando las manos con suavidad hacia arriba, y a continuación repetimos desde el principio. Por lo general, con cuatro o cinco movimientos de abanico basta para llegar desde la base de la columna hasta los hombros. En caso de automasaje, esta técnica puede emplearse para destensar los músculos de los muslos.
● Presión con los pulgares (imagen 5): muy indicado para la zona paravertebral. Colocamos ambos pulgares a cada lado de la parte baja de la columna, a 2,5 cm. de distancia aproximadamente. Presionamos durante unos segundos. Deberemos asegurarnos de que la intensidad de la presión no llega a ser dolorosa (preguntamos al receptor). Desplazamos los pulgares unos 2,5 cm. hacia arriba y repetimos hasta llegar al final de la columna. En un automasaje, aplicaremos la presión de los pulgares desde las rodillas hasta los muslos, y luego hacia las caderas para eliminar la celulitis.
● Pases neurosedantes (imagen 6): para terminar realizaremos pases livianos deslizando las palmas sobre la zona masajeada de forma fluida y alternativa. Iremos apartando las manos del cuerpo poco a poco hasta finalizar por completo el masaje.