Aceite Esencial de Ácoro (Acorus calamus)
En Egipto, se mezclaba la mirra con el incienso y el ácoro para seducir a los dioses. En sánscrito, esta planta se denomina vacha, que significa «hablar». El ácoro simboliza la fuerza de la palabra o de la inteligencia que se expresa por medio de la palabra. En el Ayúrveda, esta esencia se utiliza desde hace miles de años y es una de las plantas preferidas de los Rishis, por sus efectos regeneradores en el cerebro y los nervios. Según esta antigua ciencia, esta planta libera y purifica los srotas (canales sutiles comparables a los meridianos).
El ácoro es un rasayana (planta de rejuvenecimiento) para Vata y Kapha. Se dice que la naturaleza es sátvica (aporta pureza y luz al organismo). La medicina ayurvédica prescribe esta planta para la falta de concentración, la pobreza de expresión verbal, la confusión mental y la falta de discernimiento. Según esta ciencia del conocimiento milenaria, se dice que el ácoro transforma la energía sexual y alimenta Kundalini.
En Aromaterapia energética está asociado al chakra del tercer ojo (sexto) y al color añil.
El ácoro aromático es una planta herbácea perenne de zonas pantanosas, que puede alcanzar el metro de altura. De rizoma grueso y ramificado, con hojas largas y estrechas que se enredan unas con otras. El tallo, sin hojas, de sección triangular, muestra un espádice cilíndrico oblicuo compuesto por flores compactas de un color verde amarillento, agrupadas en espigas, que son estériles en el clima europeo. En su región de origen, la India, estas flores se transforman en bayas al llegar a la madurez.
Fue en el siglo XVI cuando el ácoro aromático se plantó en el Jardín Botánico de Viena; a partir de entonces se fue extendiendo a los jardines colindantes y acabó por aclimatarse. Desde siempre se utiliza como planta medicinal y aromática.
Su olor agradable recuerda al de la mandarina, pero su sabor es amargo y picante como la pimienta. Es un amargo estomacal particularmente eficaz. Sirve para corregir los desarreglos del aparato digestivo, estimular el apetito, mejorar la digestión y la secreción de jugos gástricos y atenuar las dificultades digestivas. Su uso externo tiene un efecto rubefaciente, y también se emplea en baños tonificantes del sistema nervioso (nervinum). Sirve además para preparar aceite aromático y remedios estomacales, así como infusiones y gotas que producen un efecto similar (tinctura calami).
Nombre científico: |
Acorus calamus |
Familia botánica: |
Aráceas (Araceae) |
Parte de la planta destilada: |
Rizoma |
Nombre en Inglés: |
Acorus root |
Principios Activos
El aceite esencial de ácoro contiene monoterpenos, sesquiterpenos, alcoholes sesquiterpénicos y cetonas monoterpénicas. Contiene hasta un 4% de aceite aromático (oleum calami aromatici) compuesto sobre todo por asarona (7-20%), geraniol, taninos y jugos amargos, aconina y acoretina.
Indicaciones Terapéuticas Tradicionales
● Tonificante mental y nervioso: útil en caso de astenia mental, nerviosismo o agitación mental.
● Confusión mental y actitud victimista.
● Dificultad para ver la realidad y ser auténtico.
● Calambres musculares: importante espasmolítico.
● Bronquitis crónica (a causa del tabaco u otras drogas).
● Dependencia al tabaco, al alcohol u otras drogas.
Propiedades e Indicaciones Energéticas
● Transforma el intelecto en inteligencia.
● Mejora la capacidad verbal tras un accidente cerebral.
● Ayuda a identificar el código de nuestra actitud destructora y nos orienta para cambiarla.
● Ayuda a reconocer los condicionamientos familiares.
● Saca a la luz las programaciones y los bloqueos que crean un obstáculo en la evolución personal.
● Ayuda a descifrar las razones por las que adoptamos tanto una actitud victimista como de verdugo.
Contraindicaciones
El aceite esencial de ácoro puede contener un elevado porcentaje de asarona, que está considerado como cancerígeno, por esta razón apenas se utiliza en la Aromaterapia fitoalopática. Sin embargo, presenta unas propiedades energéticas y unos efectos psicoemocionales incomparables. En traza, diluido en un aceite portador o por vía olfativa, puede ocasionar verdaderas transformaciones.
Rituales y Prácticas
● El ácoro crea un vínculo entre los diferentes cuerpos sutiles y estimula la conciencia espiritual. Cuando se produce un estancamiento mental o se es incapaz de ver las cosas con claridad, se recomienda este ejercicio de meditación durante 40 días:
1. Todas las mañanas al levantarse, sentarse en postura de meditación.
2. Aplicar una gota de esencia de ácoro en el tercer ojo y otra en el chakra coronal.
3. Cerrar los ojos.
4. Decir en silencio durante 9 minutos el mantra KRIM (que disipa las fuerzas negativas).
5. Pensar en los miembros de la familia y dejar que llegue la información. Después de la meditación, anotar lo que se ha percibido.
● Con el ácoro percibimos que cada situación en la vida es una invitación a asumir las responsabilidades, porque representan una oportunidad para evolucionar en nuestro camino espiritual. Aplicar una gota en el tercer ojo y otra en el chakra del corazón, permite alinear ambos chakras y estimular la octava superior de la inteligencia.
● Aplicar una gota en el plexo solar y en el chakra del corazón, aporta paz, equilibrio emocional y aceptación.
● El ácoro crea un vínculo entre los diferentes cuerpos sutiles, nos eleva espiritualmente y nos ayuda a concienciarnos sobre el condicionamiento familiar con el fin de fomentar la paz con nuestra familia.
● Ejercicio de meditación diario de 20 minutos durante 27 días:
1. Sentarse en posición de meditación.
2. Aplicar una gota de esencia de ácoro en el chakra coronal.
3. Conducir la conciencia hacia los miembros de la familia y dejar que venga.
4. Al final de cada meditación, anotar lo que se ha percibido. Descansar durante 27 días y repetir el ejercicio si es necesario.