Aceite Esencial de Mandarina (Citrus reticulata)
La mandarina ofrece una esencia muy utilizada, ya que su acción relajante y calmante, así como su olor tan apreciado, la sitúan en la cumbre de los productos aromáticos antiestrés.
En el día a día, en un local o en una habitación donde se desee crear una acción sedante, sólo tenemos que difundir en la atmósfera la mandarina, utilizando un difusor eléctrico o un pebetero.
Pertenece a la familia botánica de las Rutáceas (Rutaceae). Es un árbol de hoja perenne y porte modesto, que alcanza apenas los 3m. de altura. Corteza grisácea, hojas elípticas o lanceoladas, duras y lustrosas. Flores muy pequeñas, de color blanco, aromáticas, reunidas en racimos. Frutos globulares, comprimidos por ambos extremos, con la corteza de color amarillo anaranjado. Pulpa dulce o amarga. Florece en invierno. Los frutos maduran a principios de primavera.
Originario de Asia occidental, fueron introducidos en Europa, donde su cultivo se ha extendido por casi todo el continente, pero especialmente la ribera mediterránea. La mayor zona de cultivo en España está en el País Valenciano. Se encuentra plantado en huertos, bordes de sembrados, parques y jardines.
Principios activos: aceite esencial con limoneno, flavonoides, rutósido, cumarinas, sales minerales y vitaminas.
Propiedades: antiséptico, antiespasmódico, carminativo, digestivo, diurético (suave), laxante (suave), sedante, estimulante (digestivo y linfático) y tónico.
La corteza de la mandarina madura, chen pi, es muy apreciada en la tradición medicinal China para reforzar el Qi del bazo y el estómago. Es considerado un notable remedio digestivo para eliminar la pesadez e hinchazón abdominal y para combatir el hipo, las náuseas y evitar el vómito. En combinación con plantas mucilaginosas, la corteza de la mandarina ayuda a expulsar la flema y la mucosidad, y por ello, se indica como remedio para suavizar la congestión pulmonar y la tos.
El aceite esencial de mandarina es de gran utilidad como protector dermatológico. Se aplica como tonificante para tratar las estrías y las arrugas de la piel, el acné y las urticarias. Ingerido por vía oral, alivia la indigestión, los espasmos intestinales y evita el estreñimiento. Se utiliza en la elaboración de jabones, cosméticos, perfumes y en especial de colonias. Es un aromatizante, sobre todo en confitería, refrescos y licores.
Indicaciones terapéuticas tradicionales: piel: acné, pieles congestionadas y pieles grasas, cicatrices, granos, estrías, tonificante. Circulación, musculatura y articulaciones: retención de líquidos, obesidad. Aparato digestivo: problemas digestivos, dispepsia, hipo, problemas intestinales. Sistema nervioso: insomnio, tensión nerviosa, inquietud. Se emplea a menudo para los niños y las mujeres embarazadas, y se recomienda en combinaciones sinérgicas con otros aceites cítricos.
El aceite de mandarina es un líquido móvil de color naranja amarillento, con un toque violeta azulado y un olor cítrico intensamente dulce y casi floral. Nota aromática alta, de intensidad aromática baja. Combina bien con los demás aceites cítricos, como lima, naranja, limón, pomelo, y en especial el de nerolí, también con aceites especiados como el de cinamomo, nuez moscada, canela, clavo y laurel, herbales, resinas, maderas y flores.
Precauciones: se desaconseja ingerir aceite esencial de mandarina durante el embarazo y la lactancia.
Descripción
Durante el siglo XIX y principios del XX, en el norte de Europa la mandarina era símbolo de la llegada de la Navidad, el momento del año en que el fruto llegaba procedente de los huertos del sur del Mediterráneo. Es similar a la clementina, pero más pequeña, y el color naranja de la cáscara es más vivo. Los naturópatas franceses la consideran muy beneficiosa para los niños y la gente mayor por la gran cantidad de vitamina C que aporta al organismo, y es menos ácida que la naranja.
Pueden encontrarse dos tipos de aceite esencial de mandarina: uno amarillo y otro verde. El primero se exprime de la fruta madura, y el segundo de la verde. Ambos desprenden un aroma dulce, aunque el amarillo es más suave y el verde, un poco más fresco. A pesar de estas diferencias aromáticas, las aplicaciones terapéuticas de ambos aceites son idénticas. No es tóxico, ni irritante ni sensibilizante. Riesgo de fotosensibilidad, no aplicar antes de la exposición al sol.
Parte que se utiliza: cáscara del fruto.
Método de extracción: prensado en frío.
Palabras clave: Delicado - Refrescante - Revitalizante
Apoyo Espiritual
● Consigue que nos tomemos la vida de forma más relajada.
● Estimula la creatividad y la inspiración de nuevas ideas.
Aliviar la Mente
● Si se sufre depresión o estrés emocional, dar un masaje en las zonas donde se suela acumular tensión con mandarina, absoluto de jazmín y sándalo australiano en un aceite portador (véase la primera «mezcla recomendada»).
● Para revitalizarse y recuperar el entusiasmo, vaporizar 3 gotas de mandarina + 3 de lima.
Curar el Cuerpo
● Para fortalecer el sistema inmunológico tras una infección vírica, dar un suave masaje con mandarina, cardamomo y bergamota en un aceite esencial (véase la segunda «mezcla recomendada»).
● En caso de embarazo de más de 4 meses, se puede evitar la aparición de estrías masajeando el vientre a diario con una mezcla de 2 gotas de mandarina + 2 de madera de lináloe en 20 ml. de aceite portador.
● Para limpiar la piel grasa, añadir 4 gotas de mandarina + 2 de ciprés + 4 de olíbano en 20 gr. de crema.
Mezclas de Aceites Esenciales
Añadir los siguientes aceites esenciales a 20 ml. de aceite portador:
● Para alegrar el espíritu: 4 gotas de mandarina + 2 gotas de absoluto de jazmín + 4 de sándalo australiano.
● Para reforzar el organismo en caso de convalecencia: 4 gotas de mandarina + 4 de cardamomo + 2 de bergamota.